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martes, 25 de octubre de 2011

Dashiell Hammett Y la novela negra: “El agente de la continental”.

Hola a todos,

Hoy, sí, para variar os hablaré de literatura.
Os comentaré sobre el libro que me compré el pasado viernes 21: El agente de la continental. Un libro que incluye las mejores historias escritas por Dashiell Hammet en la revista Black Mask.

Más que nada, aprovecho un trabajo de la universidad sobre literatura y cultura pop donde utilize a este autor. Espero que os guste:

Dashiell Hammett  nació en 1894 en una familia de granjeros en Maryland, Estados Unidos. Fue un escritor estadounidense de relatos cortos y de novela negra.

Hammett dejó de estudiar a los trece años y se puso a trabajar como chico de los recados en el ferrocarril de Baltimore.  Pocos años después encuentra un empleo en la agencia de detectives de Pinkerton.
Durante la Primera Guerra Mundial, que duró del 1914 al 1918, se alistó voluntario como soldado aunque no llegó a entrar en acción. Entró en el American Field Service dónde proporcionaba ambulancias y transportes a los aliados. Después de la Gran Guerra tuvo problemas con el alcohol y probó con la publicidad. Finalmente se dedicó a la literatura. Gracias a su experiencia en la agencia de detectives de Pinkerton, consiguió la inspiración para sus obras.

A principios de los años veinte inicia sus colaboraciones con la revista “The black Mask”  de género Pulp.  Esta revista se fundó en 1920 y trataba diferentes temas: ficción, aventuras, detectives, romances y lo oculto. Esta revista llegó al máximo esplendor  en 1930, y aquí empezó su declive; la gente volcaba su interés en la radio, el cine y los cómics.

El primer relato que Dashiell publicó para esta revista fue The road home. Sin embargo, El agente de la continental es el que vivió más aventuras en Black Mask. Apareció por primera vez en 1923 en el relato Arson Plus, en veintiocho relatos más y dos novelas (también es el detective de Cosecha Roja).  En 1932 también escribió el guión de una historieta, Secret Agent X-9 .


Desde los finales de los años treinta no escribe ningún relato ni novela y dedica su tiempo a apoyar la causa de la defensa de las libertades civiles.

Fue llamado a Hollywood para trabajar como guionista mientras sus novelas se trasladaban a la gran pantalla con un enorme éxito.

El halcón maltés, de 1941, es su novela más conocida en el cine.  La adaptación es muy rigurosa;  incorporaron con gran revisión cada palabra de los diálogos del libro en el guión. En cambio, Cosecha Roja no tuvo una adaptación fiel. Akira Kurosawa se inspiró en el libro para hacer Yojimbo (1961). Y tres años más tarde Sergio Leone hizo un remake no oficial del film de Korusawa, cambiando la ambientación samurai por el western en Per un pugno di dollari (1964).


En 1942 Hammett volvió al ejército para luchar en la Segunda Guerra Mundial. No entró en las fuerzas armadas, pero fue sargento de la editorial de un periódico del ejército.

Dashiell Hammet murió el diez de enero de 1961 en Estados Unidos.

Con todo esto, vemos dónde crece y se cultiva la literatura de Hammett.  Gracias a sus años trabajando para la agencia de detectives, tiene a su abasto multitud de acontecimientos y personajes que utilizará para poblar sus relatos. La novela negra se caracteriza por ser un mundo del crimen llena de ambientes oscuros. Este tipo de relatos son un género policiaco en que la resolución del misterio no es el objetivo principal; entran en juego los personajes: sus características, sus pensamientos, sus comportamientos, etc. Suelen ser habitualmente relatos violentos en busca de la verdad.
Vistos los años de producción de Hammett, podemos distinguir dos épocas diferentes antes de la guerra y la post-guerra. La obra que nos incumbe es de principios de los  años veinte y se relaciona con los inicios de las novelas de detectives; relatos para el consumo masivo.  Un estilo influenciado después por la cultura de evasión debida a la Gran Depresión que perseguía la distracción popular. En estas novelas, los crímenes que se cometen surgen por temas como el odio, el poder, la avaricia, la envidia, etc.

Este tipo de literatura siempre ha dado importancia a la acción, antes que al análisis del crimen. Importa más la descripción de la sociedad en que nacen los criminales y la reflexión ética y su deterioro. 


Su literatura dio un pequeño vuelco, modificó los contenidos de las historias de detectives a la propiamente novela negra. Introdujo la corrupción moral, la mugre que se escondía tras las luces de las grandes ciudades y su maldad en la  atmósfera nocturna. Aparecen personajes nuevos como los veteranos de guerra y los marginados sociales, pero sigue manteniendo el triángulo entre el detective de bajo nivel, la fascinante “femme fatale” y la corrupción del hampa.

El agente de la continental  es un detective que trabaja para la agencia de detectives de San Francisco y lo contratan en multitudes de ocasiones para resolver todo tipo de casos. En el trabajo en cuestión hablaré de dos relatos de este personaje, concretamente “La décima pista” y “La Herradura Dorada”.

Ambos casos presentan una literatura típica de las historias de detectives. La investigación de un asesinato y una desaparición a manos de un detective privado contratado para resolverlo.
 
Los relatos están explicados en primera persona, desde el punto de vista del detective. Esto es interesante porque nos ayuda  a ver que piensa y así descubrir más su personalidad. Nos mete dentro de su mentalidad y mediante esta conocemos también a los demás personajes que complementan el relato. Nunca sabremos el nombre del agente de la continental.

Hammett relató muy bien todas las situaciones y describe todos los hechos, sobretodo poniendo énfasis en los personajes. Escribe de manera simple y sencilla, siendo más fácil su compresión. De esta manera cualquiera puede echar mano a sus historias. 

Como he comentado antes, Hammett investiga y crea diferentes temas en su libros que causan la muerte de alguien.  Por ejemplo la avaricia :

“Pero Madden no quiso ni oír una palabra del asunto. […] Estaba obsesionado con la idea de llenarse los bolsillos lo antes posible”.
“La décima pista”.

La gran mayoría de crímenes que se cometen en las historias de detectives son puramente por instintos básicos del ser humano y Hammett los explora.

A cambio, también introduce el deber y la justicia con el detective privado que siempre intenta cumplir con su trabajo y hacer pagar las fechorías a los delincuentes:

“No puedo hacer que te cuelguen por los crímenes que maquinaste […]. Pero sí que conseguiré que te juzguen […]. De un modo o de otro, se hará justicia”.
“La herradura dorada”.

Aún así nuestro héroe es humano y padece de las mismas debilidades que los criminales:

Estaba destrozado. […] Pero ésta me había pillado con los nervios aún resentidos de tres días de borrachera”.
“La herradura dorada”.
Hammett ayuda a la comprensión del texto investigando la personalidad de los personajes. Esto lo demuestra en las descripciones que hace de la gente a través de la mente del detective cuando analiza a un sospechoso. Conocemos a los demás a través del protagonista:

Le estudié con detenimiento […]. La barbilla le tembló ligeramente, temblor que vino a subrayar la debilidad de un rostro que ni en los momentos de mayor serenidad podría expresar entereza. […] Tenía los ojos grandes, castaños y demasiado expresivos, la nariz pequeña y bien formada, el bigote moreno y cuidado y los labios muy rojos… ya conocen el tipo”.
“La décima pista”.

Siempre suele jugar con los mismos personajes, el triángulo del crimen del que ya he hablado. Está el detective, que nos relata la historia, la mujer, jugando el rol de femme fatale:

“Creda Dexter era una mujer menuda de poco más de veinte años. Lo que más destacaba en ella eran sus ojos […]. Aquellos ojos revelaban que se trataba de una mujer marcadamente felina. Todos sus movimientos eran lentos, suaves, seguros como los de una gata. […] Todo en ella era felino”.
“La décima pista”.

Y sobretodo encontramos a criminales procedentes del hampa:

“Aquello lo delató. No creo que haya más de tres ladrones de solera en el país que no hayan usado el nombre de John Ryan por lo menos una vez. Es el <<John Smith>> del hampa”.
“La herradura dorada”.

Con todo esto vemos reflejados lo ya comentado antes sobre las historias de detectives y la novela negra en las obras de Dashiell Hammett.  No es de extrañar que se convirtiera en unos de los referentes de este tipo de literatura. Además ya eran historias creadas directamente para el consumo masivo y destinadas a todo tipo de gente que pudiera y/o quisiera comprarse la revista Black Mask.

Otra cosa a tener en cuenta es su tipo de redacción. No usa ninguna palabra complicada y su vocabulario no es extremadamente difícil. Como hemos visto, los fragmentos extraídos de sus relatos son fáciles de leer y comprensibles.
Era de esperar también que el éxito de sus obras fuera grande: vemos temas que trata que preocupan a la sociedad y la población en cierta manera se siente identificada.  Los relatos que escribe reflejan una sociedad que aún hoy sigue vigente en ciertos aspectos y por eso podríamos decir que es bastante universal. Hoy en día aún preocupan temas como el odio, la avaricia, el poder y esta búsqueda de la verdad  por las cosas.  A demás hay que mencionar el estudio de los personajes que realiza, las definiciones que les  otorga que hacen que se asemejen a los lectores. 

Por lo que se refiera a Hammett como escritor de un producto masivo es un hecho ya más  que suficientemente demostrado. Pero creo que aún hoy en día nuestra cultura, nuestro “arte” en literatura y cine utiliza géneros  y personajes creados por Hammett.

El género policiaco es muy extenso y por lo que se refiere al de detectives todos siguen una pauta marcada, una estética. Por ejemplo en “El halcón maltés” encontramos un personaje ya definido con su abrigo y su sombrero, bien interpretado por Humphrey Bogart (ahora es imposible que cuando lea un relato de Hammett no vea a Bogart como el detective). Este estereotipo de personaje, esta definición de detective de bajo nivel, ha sido utilizado en muchas películas dónde ha de descubrir el asesino o encontrar a alguien desaparecido. Eso si mostrando siempre la decadencia de la sociedad, su parte oscura, llena de maldad y corrupción moral. Un ejemplo de este personaje seria el detective Somerset en la película Seven (1995) , un detective que intenta descubrir un vicioso asesino de las malas calles de Nueva York con la ayuda del detective Mills.


Podemos decir que hay un legado de la literatura de Hammett actualmente, aunque solo sea estético o en ciertos aspectos en la temática. Pero está claro que la gran mayoría de  los  thrillers actuales tienen influencia de la novela negra.  Y más ahora que en una película podemos encontrar tantos temas, géneros y subgéneros.  No puedo dejar de ver tantas similitudes de la obra de Hammett con el film de Fincher.  El detective, el agente de la continental, que investiga un asesinato con la ayuda del policía O’Gar por los suburbios de la ciudad como Somerset investiga  los asesinatos de un demente con la ayuda de Mills por las calles de Nueva York.


Así que aún hoy podemos encontrar novela negra en muchos aspectos de nuestra cultura y sobretodo la influencia de Hammett en la producción de muchos productos masivos, dónde los personajes y su psicología son el verdadero protagonista de la historia en medio de un mundo lleno de crímenes, corrupción y maldad.



Pues nada, aquí os dejo esto, considero que sus libos son muy interesantes y distraidos, muy buena lectura, siempre y cuanto os guste el género "Noir" y las novelas negras.

Gracias por leerme y comentad.
¡Saludos!
Yippee Ki Yay Motherfucker. 


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Dashiell Hammett Y la novela negra:  “El agente de la continental” por Riccardo Di Natale se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.


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